Para lograr crecer como empresa, es necesario contar con recursos estratégicos que ayuden a la consolidación de objetivos claros y concisos.
El proceso de definición y estructuración de estos objetivos requiere de trabajo, esfuerzo y dedicación. Una manera bastante eficiente de lograrlo es a través de los objetivos SMART para tu plan de marketing.
En este artículo abordaremos de manera simple cuál es la función de estos objetivos, su utilidad en las pequeñas empresas y como aplicarlos con éxito en tu negocio para alcanzar resultados tangibles en poco tiempo.
Apuntando a la productividad
La verdad es que el ámbito no importa demasiado cuando se trata de productividad. Cuando queremos mejorar los resultados y el rendimiento, el verdadero punto de interés son los objetivos planteados para conseguirlo.
Querer crecer es un deseo constante en el que coincidimos con la mayoría de los emprendedores, empresarios y profesionales. Consiste en trazar la ruta correcta hacia esta evolución que nos diferenciará del resto.
Es natural que cualquier inicio de búsqueda de evolución parta de un estímulo o deseo, que se irá transformando en una recopilación de datos, evaluación y medición.
En torno a este concepto de objetivos, todo debe ser susceptible a medición. Es decir, podrá ser evaluado durante la estrategia de marketing para determinar si se pueden realizar cambios en los tiempos y en la aplicación para poder generar resultados mucho más eficientes.
Objetivos SMART: ¿Qué son y cómo funcionan?
Tal y como ya lo hemos mencionado en la introducción de este artículo, un objetivo SMART debe ser: especifico, mesurable o medible, alcanzable, relevante y temporal.
Es precisamente basándonos en sus 5 letras que podemos guiarnos entre los principales aspectos que definen este esquema de planificación en el marketing:
- S: Specific
- M: Mesurable
- A: Achievable
- R: Relevant
- T: Timely
A partir de este acrónimo, podemos tener una idea más clara a acerca de cuáles son los pasos que debemos seguir durante el proceso de evaluación. En teoría, parece fácil, pero es un minucioso proceso que requiere de determinación y compromiso.
Para entender un poco mejor como se definen estos objetivos en el marketing, lo más adecuado es definirlos de manera simple, en cada uno de los aspectos que hemos mencionado:
Específicos:
Es la meta puntual que se desea alcanzar en la empresa. Es un objetivo que suele estar vinculado a una tarea, como, por ejemplo, aumentar las ventas de calzado en un 5% en el mes de mayo.
Medible:
Mientras más específica es la meta, mayor capacidad de ser medible. Es mucho más fácil poder interpretar los datos y objetivos en el tiempo definido.
Alcanzable:
Evaluamos las condiciones y determinamos si es una buena temporada para alcanzar este resultado. Quizá contamos con una nueva línea de calzado, o al ser inicio de temporada escolar, los niños requieran de calzado nuevo, por ejemplo.
Relevante:
La meta será relevante cuando se encuentre en consonancia con los objetivos de una empresa. En el ejemplo que plateamos, nuestra proyección favorece los ingresos del negocio y su crecimiento.
Temporal: No podemos establecer objetivos infinitos, deben estar limitados por tiempo, y en nuestro ejemplo, lo determinamos al mes de mayo. El tiempo limita y aumenta la dificultad de un objetivo, pero hace que sea posible medir su rendimiento.