El pasado 27 de mayo se celebró el 22º aniversario del lanzamiento de la primera versión de WordPress, allá por 2003, según comentó Fernando Tellado en su artículo sobre el aniversario de WP en su web AyudaWP. Dos décadas después, el gestor de contenidos más popular del mundo sigue siendo una piedra angular de Internet. Hay muchos motivos para celebrarlo:
- Cerca de 60.000 plugins gratuitos disponibles en su repositorio oficial, cubriendo desde funciones básicas hasta soluciones avanzadas de ecommerce, SEO o seguridad.
- Más de 15.000 temas gratuitos para personalizar sitios web de cualquier tipo, desde blogs personales hasta sitios corporativos.
- Presencia en más de 200 idiomas locales, lo que lo convierte en uno de los CMS más traducidos del mundo, con contribuciones constantes de comunidades locales.
- Utilizado por casi al mitad de todos los sitios web en Internet, según datos de W3Techs, lo que equivale a millones de sitios activos en todo el mundo.
- WordPress gestiona más del 60 % del mercado global de sistemas de gestión de contenidos (CMS), muy por delante de sus competidores como Shopify, Joomla o Drupal.
- Más de 2.000 millones de descargas de WordPress realizadas desde su lanzamiento.
- La comunidad cuenta con más de 100.000 colaboradores entre desarrolladores, traductores y diseñadores.
- Se celebran más de 1.000 eventos de comunidad cada año en diferentes países del mundo, incluyendo WordCamps, meetups y hackathons. según datos de W3Techs.
- WooCommerce, su extensión de ecommerce, impulsa aproximadamente el 35 % de las tiendas online a nivel global.
Una historia de éxito sin precedentes. Sin embargo, en el último año, el entusiasmo que durante años acompañó a la comunidad de WordPress ha dado paso a un ambiente de creciente desencanto.
Índice
El conflicto con WP Engine y el inicio del desencanto
En 2023, el conflicto entre la comunidad de desarrolladores y la empresa WP Engine —una de las mayores plataformas comerciales basadas en WordPress— marcó un antes y un después. La polémica decisión de esta compañía de bloquear sin previo aviso múltiples plugins de terceros, alegando razones de seguridad y rendimiento, generó una fuerte reacción por parte de la comunidad, que acusó a la empresa de abuso de poder y de priorizar sus intereses comerciales por encima del ecosistema abierto.
Este episodio abrió un debate mucho más amplio sobre el control que ciertas empresas ejercen sobre WordPress, especialmente Automattic, la empresa fundada por Matt Mullenweg.
Matt Mullenweg, pasado y futuro de WordPress
Matt Mullenweg sigue siendo una figura clave. Como cofundador del proyecto y CEO de Automattic, ha guiado a WordPress hasta su posición actual. Pero su doble rol como líder del proyecto open source y ejecutivo de una empresa privada con intereses propios ha generado numerosas críticas.
Muchos ven con preocupación cómo decisiones estratégicas se toman sin una consulta real a la comunidad, especialmente en lo que respecta a la integración de funciones comerciales en el núcleo o la gestión de la infraestructura comunitaria.
Automattic y la venda de los ojos
Automattic ha sido durante años percibida como la defensora de WordPress. Pero hoy, su modelo de negocio, centrado en monetizar servicios como WordPress.com, WooCommerce o Jetpack, la sitúa en un rol ambiguo. Su influencia en el ecosistema y el acceso privilegiado a recursos y decisiones estratégicas han puesto en duda el equilibrio entre el bien común del software libre y los intereses de una empresa privada.
Se puede perdonar todo menos lo imperdonable
La comunidad de WordPress ha sido históricamente paciente, incluso cuando se han producido cambios polémicos. Sin embargo, la percepción de que se ignora a contribuidores clave, de que hay opacidad en la toma de decisiones, y de que los eventos presuntamente comunitarios están cada vez más controlados por intereses empresariales, ha generado una ruptura de confianza difícil de revertir.
Los eventos de «comunidad» bajo lupa
WordCamps y otros eventos comunitarios fueron durante años el alma del proyecto, espacios donde usuarios, desarrolladores y diseñadores compartían conocimiento. Sin embargo, cada vez más voces denuncian que estos eventos se han convertido en plataformas de marketing para ciertas empresas, perdiendo el espíritu colaborativo original.
¿Y las colaboraciones de los contribuidores?
Numerosos contribuidores voluntarios han denunciado una falta de reconocimiento real, burocracia excesiva y la imposibilidad de influir en decisiones clave. Muchos sienten que el proyecto se ha vuelto demasiado jerárquico y poco transparente.
¿Un fork serio que compita con WordPress?
Este clima de malestar ha llevado a que en algunos círculos se empiece a hablar abiertamente de un fork serio de WordPress. No sería el primero: ya existen proyectos como ClassicPress que han intentado separarse del rumbo marcado por Gutenberg y otras decisiones controvertidas. Sin embargo, por primera vez, el debate sobre un fork estructurado, con respaldo de empresas y desarrolladores relevantes, cobra fuerza. La posibilidad de una alternativa basada en los principios originales de WordPress —simplicidad, comunidad y libertad— está sobre la mesa.
¿Podría este fork convertirse en una amenaza real? Dependerá del grado de descontento acumulado y de si Automattic y la comunidad logran recomponer la relación.
¿Tiene futuro WordPress?
A pesar de todos los retos, WordPress sigue siendo un gigante del software libre. Pero su futuro ya no parece tan claro. La competencia crece, y no sólo desde proyectos alternativos como Ghost o Grav. Plataformas como Webflow, Wix, Squarespace o Shopify —aunque no todas open source— ofrecen una experiencia simplificada y moderna para usuarios no técnicos.
En el frente de software libre, Drupal sigue ganando terreno en entornos empresariales, y otros CMS modernos con arquitecturas más orientadas a la web actual (Jamstack, Headless, etc.) están captando la atención de los desarrolladores.
WordPress necesita recuperar su espíritu original, escuchar más a su comunidad y adaptarse mejor a los nuevos tiempos si quiere mantener su relevancia. De lo contrario, el fork ya no será una amenaza: será una consecuencia natural.