La Regulación General de Protección de Datos (RGPD) y el uso de Google Fonts son dos términos que, a primera vista, podrían parecer sin relación. Sin embargo, el 2022 nos trajo un fallo judicial que demostró lo contrario: un tribunal de Múnich multó a un propietario de sitio web por usar fuentes alojadas en Google, violando así el RGPD.
Cuando utilizamos el CSS externo de Google Fonts en nuestra página, compartimos con Google las direcciones IP de nuestros visitantes. Aunque anonimizamos estas direcciones en herramientas como Google Analytics, la transmisión de IPs a través de fuentes alojadas puede considerarse una violación del RGPD. Habría que confirmar que con GA4 se solventa este problema, que es posible que sea así. Pero siempre es mejor alojar las fuentes nosotros mismos desde nuestro punto de vista.
Un simple test con PageSpeed Insights revelará si tu sitio está cargando el CSS externo de Google Fonts. Si detectas penalizaciones relacionadas con la optimización de entrega del CSS, es probable que estés cargando fuentes desde un servidor externo. GTmetrix también puede ayudarte a comprobar esto desde su pestaña “Fonts”.
Existen diversas maneras de enfrentar este problema:
No vale la pena arriesgarse a una multa por incumplir el RGPD. La solución más sencilla podría ser un plugin que haga el trabajo automáticamente, aunque todo depende del tema que estés utilizando. Lo que sí es cierto es que la comunidad de WordPress está avanzando hacia un enfoque más respetuoso con la privacidad, y pronto podríamos ver más cambios y actualizaciones en este sentido.
Recuerda siempre mantener la privacidad de tus visitantes como una prioridad. Las herramientas y soluciones están disponibles; solo debes elegir la que mejor se adapte a tus necesidades.
Vía: BlogPocket
