Cada vez más sitios WordPress se enfrentan al mismo dilema: seguir usando Google Fonts por su diseño y variedad, o desactivar las tipografías externas por miedo a incumplir el RGPD. La razón es sencilla: cuando el navegador del visitante descarga una fuente desde los servidores de Google, su dirección IP viaja con la petición y puede utilizarse con fines analíticos. Y eso, en Europa, se considera dato personal.
En este contexto ha ganado protagonismo OMGF, un plugin gratuito del repositorio oficial de WordPress que descarga y sirve localmente las Google Fonts que usan el tema y los plugins de una web. El objetivo: reducir peticiones externas, mejorar el rendimiento y minimizar riesgos de privacidad sin renunciar al diseño tipográfico.
Durante años, integrar Google Fonts se ha visto como una mejora sencilla: se copia una URL, se pega en el tema y listo. Pero esa facilidad tiene dos efectos secundarios importantes:
fonts.googleapis.com o fonts.gstatic.com añade una búsqueda DNS y una petición extra.Así surge la pregunta que se hacen muchas agencias y propietarios de webs: “¿Cómo seguir usando Google Fonts sin depender del CDN de Google?”
OMGF (Optimize My Google Fonts) es un plugin para WordPress que:
preconnect, preload, dns-prefetch) que apuntan a los dominios de Google Fonts.En la práctica, tras instalarlo y configurarlo, la web sigue viéndose igual, pero el navegador del usuario ya no tiene que conectarse a Google para cargar las tipografías.
Según los datos públicos, el plugin supera las 300.000 instalaciones activas, mantiene una valoración media cercana a las 5 estrellas y se actualizó por última vez en octubre de 2025, con la versión 6.0.10, lo que indica un desarrollo activo y continuidad en el soporte.
Después de activarlo, OMGF añade una pantalla específica en el panel de WordPress donde es posible ver todas las fuentes detectadas. Desde ahí el administrador puede:
La detección no se limita a un único punto: el plugin analiza estilos en cabecera, hojas de estilo locales, e incluso en determinados casos, llamadas más complejas. La versión gratuita cubre la mayoría de escenarios habituales; la versión de pago amplía ese alcance.
Al servir las fuentes desde el propio servidor o desde el CDN de la web, se reduce:
Además, el plugin permite preload selectivo de fuentes clave, algo que ayuda a controlar mejor el CLS y a mejorar métricas como LCP, especialmente en temas que abusan de variantes de tipografía.
Al alojar las fuentes en el propio servidor:
Los expertos recuerdan que ningún plugin puede “garantizar” por sí solo el cumplimiento del RGPD, pero herramientas como OMGF permiten alinear el uso de Google Fonts con las exigencias europeas y las recomendaciones de muchas autoridades de protección de datos.
La versión Pro va más allá y está pensada para proyectos complejos o agencias que gestionan muchos sitios:
@import y @font-face dentro de estilos internos y hojas externas.webfont.js).Como ocurre con casi cualquier plugin popular, OMGF ha aparecido en bases de datos de seguridad cuando se han detectado vulnerabilidades en versiones antiguas. En 2024 se documentaron problemas de eliminación de directorios y XSS, resueltos en la versión 5.7.10. Hoy esas incidencias constan como corregidas en servicios de monitorización como WPScan o Wordfence.
Lo relevante es que:
Para sitios que se toman en serio rendimiento y cumplimiento normativo, contar con plugins activos y mantenidos es un criterio clave.
El proceso básico para un administrador es relativamente sencillo:
En muchos casos, basta con dejar la configuración por defecto para que el plugin haga el trabajo “en piloto automático”: detectar, descargar y servir localmente. En webs más complejas (temas muy personalizados, muchos plugins, multisite…), la versión Pro aporta herramientas adicionales para cubrir escenarios poco habituales.
En un entorno donde el rendimiento web, las Core Web Vitals y el RGPD pesan cada vez más en posicionamiento y experiencia de usuario, seguir cargando Google Fonts directamente desde los servidores de Google se ha vuelto difícil de justificar.
Plugins como OMGF ofrecen un término medio muy razonable:
Para agencias, profesionales del desarrollo y propietarios de webs que quieren estar tranquilos con sus tipografías y su cumplimiento de privacidad, se ha convertido en una de esas piezas que simplemente merece la pena tener instalada y bien configurada.
¿OMGF hace que mi sitio sea automáticamente compatible con el RGPD?
No hay ningún plugin que pueda garantizar por sí solo el cumplimiento total del RGPD. OMGF ayuda a reducir el envío de datos personales a terceros al alojar localmente las Google Fonts, lo que alinea mejor la web con los requisitos de privacidad europeos. Aun así, es recomendable revisar el resto de la configuración de cookies, analítica y consentimiento con un asesor legal o de protección de datos.
¿Puedo seguir usando las mismas Google Fonts que antes al instalar OMGF?
Sí. La finalidad del plugin es precisamente mantener el mismo aspecto visual de la web, pero cambiando el origen de las fuentes: en lugar de cargarse desde Google, se sirven desde el propio servidor o desde el CDN del sitio. El usuario no nota ningún cambio en el diseño tipográfico.
¿OMGF es compatible con Elementor, Divi, WooCommerce y otros plugins populares?
El historial de cambios muestra ajustes constantes para mejorar la compatibilidad con temas y maquetadores conocidos, como Elementor o Smart Slider 3. En la mayoría de instalaciones estándar funciona sin problemas, aunque en proyectos complejos puede requerir alguna configuración adicional o el uso de la versión Pro para cubrir casos más avanzados.
¿Cuándo tiene sentido pagar por la versión Pro de OMGF?
La versión gratuita es suficiente para muchas webs corporativas, blogs y tiendas sencillas. La versión Pro compensa especialmente en:
